Hay noches en las que todo te sale bien, otras en las que no te sale nada, y otras en las que tienes que luchar para que las cosas funcionen como quieres. El partido de Zorrilla, fue claramente el último caso. Saltó el Real Madrid al campo con el estímulo de saber que una victoria los pondría líderes en solitario y a 3 puntos del Barcelona. En la otra esquina, el Real Valladolid tenía como motivación el cortar una racha de 8 partidos sin conocer la victoria. En fin, diferentes escenarios, mismo objetivo.
El Valladolid empezó el partido envalentonado, con mucho orgullo y decididos a complicar las cosas al Madrid: los dirigidos por Zidane se econtraron con un equipo plantado para complicar y apresurar la salida del balón, arropados por un mediocampo físico que no daba tregua en ningún balón y que los mantuvo alejados de la portería de Masip. Aún así, los blancos se las apañaron para generar una que otra ocasión de peligro, como la del gol anulado a Casemiro por un fuera de juego bien señalado.
El primer tiempo se asemejó más a una partida de ajedrez entre los entrenadores que a un juego vistoso y divertido. Un gol anulado a Casemiro, un intento de gol olímpico frustrado por Courtois y poco más fue lo que nos dejó la primera mitad del partido. Eso sí, el Valladolid siguió firme a la propuesta de su entrenador: luchar y desconcentrar al rival. Y por su parte, el Madrid esperaba el bajón físico del Valladolid para atacar el liderato.
El segundo tiempo pareciera que fue más de lo mismo por la poca precisión de los jugadores, pero nada más lejos de la realidad. Los blancos salieron convencidos que el liderato era posible, y sometieron contra su voluntad a los de González: un tiro raso de Rodrygo, un golpeo de Kroos desde lejos, una fallida decisión de Benzema al intentar asistir en lugar de rematar y un cabezazo que se marchó fuera por muy poco. Los armeros solo pudieron jugar a resistir el empuje de los merengues, pues no tenían forma de responder al nuevo ritmo del partido.
Zidane se percató que necesitaba más profundidad y velocidad por las bandas, y dió entrada a Lucas Vazquez, guerrero de mil batallas que tiene la confianza total de su entrenador. El cambio modificó el sistema, pero no el ritmo del partido. Fue hasta el minuto 78 que Toni Kroos recogió en la banda un rechace a su propio centro, para mandar uno nuevo que remataría al fondo Nacho, defensa de turno vestido de ariete.
Controló el resto del partido el Real Madrid, aunque el Valladolid no olvidó atacar. Acabó encontrando el empate Sergi Guardiola en el 88', luego de un saque de esquina, pero el tanto fue anulado por fuera de juego y finalmente fue el Real Madrid quien se alzó no solo con la victoria, sino con el liderato luego de una batalla Real.
Si te perdiste el partido, aquí te dejo el resumen, cortesía de LaLiga Santander:
Comentarios
Publicar un comentario